miércoles, 5 de febrero de 2014

Evidencia 1: Esquemas socialmente compartidos



   A veces no nos damos cuenta de su existencia y damos por supuesto que nuestros alumnos infieren lo mismo que nosotros ante determinados enunciados, pero lo cierto es que los esquemas socialmente compartidos por una comunidad determinada juegan un papel ineludible en el proceso comunicativo y, por tanto, en la enseñanza de lenguas extranjeras. Por ello, es necesario analizarlos con detenimiento para poder dotar de cierta información a nuestros alumnos que no ofrece el código lingüístico y que resulta imprescindible para que la comunicación se desarrolle favorablemente y sin malentendidos involuntarios. En ocasiones, estos aspectos pasan desapercibidos para muchos profesores, quienes consideran que transmitir unos contenidos lingüísticos es suficiente para enseñar una lengua. Sin embargo, este primer módulo me ha enseñado la importancia de no pasarlos por alto y reflexionar sobre su relevancia en la enseñanza de lenguas extranjeras y sobre la manera de transportar estos esquemas al aula a través de diversos ejercicios y actividades.


   Mediante la realización de una actividad grupal, hemos podido analizar los esquemas socialmente compartidos por los personajes de un conocido manual de ELE, quienes dentro de un sencillo y divertido cómic representan una escena de la vida cotidiana: una distendida cena entre amigos (concretamente entre dos parejas). Las frases, fórmulas de cortesía y tratamiento, hábitos, comportamientos etc. llevados a cabo por nuestros protagonistas garantizan el éxito a la hora de interactuar socialmente y comunicarse. En caso de romperse estos esquemas compartidos, las consecuencias podrían ser la presencia de malentendidos involuntarios.

   Desde que los invitados llaman al timbre de la casa de la pareja amiga, podemos observar muestras de los esquemas que comparten los mismos. La manera de saludarse (dos besos las chicas, un breve golpecito en la espalda los hombres), el rol de perfecta anfitriona asumido por la mujer al invitarles a entrar y enseñarles la casa o la presencia de familiares dentro de la vivienda (el abuelo, que vive con ellos y una sobrina que está de visita) son ejemplos de rasgos y situaciones habituales dentro de la sociedad española. En otros países y culturas es impensable que un familiar conviva con la pareja. De hecho, en España hoy en día cada vez es menos frecuente, pero hasta hace no tantos años era normal que en la misma casa convivieran con la pareja alguno de los padres, o incluso algún tío o sobrino. 

   Cabe mencionar también el regalo que los invitados entregan a los anfitriones. "No hacía falta" responde la dueña de la casa tras recibirlo. En nuestra sociedad eso significa: "Muchísimas gracias, no tendrías que haberte tomado la molestia" y en cualquier caso, se trata de una muestra de gratitud. Sin embargo, esta respuesta podría ser malinterpretada por hablantes de otras lenguas e interpretarlo como que el regalo no ha sido de su agrado. Una prueba más de lo esencial que resulta que los aprendientes de español conozcan la existencia de estas fórmulas preestablecidas para no caer en confusiones y malentendidos.

   El momento de la despedida también merece una mención aparte. Los invitados (no españoles aunque plenamente integrados en la sociedad y normas del país) consideran que las 23.00 horas es una hora más que prudente para retirarse. Sin embargo, ya que conocen nuestras costumbres, anuncian su retirada mucho antes de irse definitivamente, hecho que no ocurre hasta una hora después.


   Tras establecer entre todos los miembros del grupo las conclusiones arriba mencionadas, me he dispuesto a navegar por los foros de mis compañeros y analizar y comparar las aportaciones y conclusiones extraídas por ellos. Me ha resultado particularmente interesante la referencia hecha por el grupo 1 a los esquemas socialmente diferentes en cuanto a la hora de despedida. Para la pareja de invitados, las 23.00 horas es una hora más que prudente para retirarse. Sin embargo, los anfitriones responden: "Si son solo las 11", porque en nuestro país es común que este tipo de cenas se alarguen hasta las 00.00 o incluso más tarde, ya que la sesión de sobremesa se prolonga indefinidamente (a veces hasta límites insospechados): ahora un cafelito, luego un licorcito etc.


   La aportación del grupo 4 en relación al papel de "hipócritas" que asumen los españoles cuando nos enseñan una casa me produce sentimientos encontrados (¿será que las verdades duelen?). A pesar del entrecomillado del adjetivo, considero la palabra "hipócrita" un poco excesiva, aunque he de reconocer que es cierto que en nuestra sociedad existe esa especie de obligación de alabar aspectos de la casa, elementos decorativos etc. No estoy muy segura de si llega a los límites de la hipocresía, pero desde luego sí a los de la exacerbación.



   Aunque, por supuesto, estos esquemas no son rígidos y admiten variaciones, sí que nos acercan de un modo bastante fidedigno a los comportamientos usuales dentro de un contexto comunicativo como el de esta actividad. En cuando a su explotación didáctica en el aula, considero que se le podría sacar mucho partido a la hora de practicar el vocabulario, las fórmulas de tratamiento, saludos y despedidas, preguntas etc. y, sobre todo, que es lo que ahora nos concierne, es una manera lúdica y entretenida de transmitirles a nuestros alumnos lo que es una cena entre amigos en España y como deben comportarse si alguna vez se encuentran en dicha situación. De esta manera, convertimos nuestra clase de español en mucho más que un mero espacio donde desentrañar nuestro código lingüístico, sino que acercamos al alumno al mundo real, a una realidad donde este tiene que ser capaz de desenvolverse teniendo en cuenta unos esquemas compartidos por la sociedad española, que no solo van a ayudarle a desenvolverse mejor, sino también van a garantizar -o al menos a favorecer- su papel dentro del proceso comunicativo en el que participen.



   Y por último, me despido con esta simpática fotografía sobre dos pobres pececillos que se preguntan el significado de tan frecuente dicho popular. En sus esquemas compartidos, este no tiene cabida. A ver si nadando por ahí encuentran algún día un profesor o profesora que les ponga al tanto de las costumbres humanas y les explique el dicho. Mientras tanto tendrán que seguir con la duda.


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